Si eres parte de la resistencia y aún no te conectas con tu Marie Kondo interior, te mostraré 8 beneficios de ser ordenada para que te motives a vivir una transformación tanto interna como externa.

1. Ahorrarás dinero

Este es uno de los beneficios más importantes de ser ordenada. Cuando no sabemos lo que tenemos en nuestras casas, gastamos dinero comprando lo mismo una y otra vez. Al asignarle un lugar a cada cosa y después de usarla devolverla a ese lugar, sabrás todo lo que tienes, evitarás las compras duplicadas y a largo plazo verás los frutos del orden sembrado. Comprarás sólo cuando algo esté en mal estado y no se pueda reparar, no cuando desconozcas su existencia o no lo encuentres.

2. Ahorrarás tiempo

¿Cuántos minutos al día buscas algo? Alguna vez leí un estudio que decía que pasamos una semana al año buscando cosas, ¡una semana! Increíble, pero cierto. Yo prefiero tomarme una semana de vacaciones a perder 5 minutos diarios buscando las llaves del auto, por eso tengo un gancho para ellas en la entrada de mi casa y sólo tengo que recordar colgarlas ahí al llegar.

Puedes encontrar soluciones prácticas que sean fáciles de mantener para que no pierdas más tu tiempo buscando las cosas que usas. Por ejemplo: un gancho para la mascarilla cerca de la puerta o una bandeja donde dejes los anteojos y las llaves.

3. Limpiarás menos

Después de elegir los objetos que te producen felicidad y asignarles un lugar, tendrás menos cosas, y por ende la limpieza será más fácil de realizar y mantener. Al tener las superficies despejadas, es mucho más fácil mantener los ambientes libres de polvo y toma menos tiempo realizar las rutinas de limpieza.

Yo siempre he sido ordenada y mi mayor motivación para estudiar sobre métodos de organización fue limpiar menos y te juro que funciona.

4. Serás un consumidor más consciente

¿Conoces la frase de Vivienne Westwood: “Compra menos, elige bien, hazlo durar”?

Yo sé que las ofertas y los precios del fast fashion son tentadores y que nos encanta tener mucha ropa, pero es mejor preferir la calidad por sobre la cantidad.

Cuando ordenes, revisa todas tus pertenencias y compara su materialidad y durabilidad en el tiempo. Te darás cuenta que es mejor un envase de vidrio que de plástico, por ejemplo. Y esto con el tiempo te permitirá hacer cambios sostenibles que no sólo serán amigables con tus finanzas (como decíamos en uno de los beneficios del orden que estaba más arriba), sino también con el medio ambiente.

5. Te conocerás mejor

Cuando ordenamos, recolectamos todas nuestras pertenencias y seleccionamos las que se quedarán en nuestra vida, aquellas que nos producen felicidad, que vamos a cuidar, mantener y valorar. Como consecuencia de esta selección, aprendemos a conocer mejor nuestros gustos y preferencias.

Soltar y dejar ir también es una manera de autoconocerse. Reconocer por qué no te gusta algo, te ayuda a identificar lo que le habla a tu corazón o te provoca una sonrisa.

Te aseguro que la próxima vez que vayas de compras vas a cuestionarte algunas cosas antes de pasar por la caja. Recuerda reservar el derecho de admisión en tu hogar: sólo puede entrar algo que ames.

6. Aumentará tu bienestar

Tu casa debe ser tu santuario, no tu fuente de estrés. Al estar ordenada, será más acogedora, te invitará al relajo y al descanso.

¿Te ha pasado que entras a un lugar y hay tantas cosas que  te sientes abrumada y te empieza a doler la cabeza? El desorden y la contaminación visual nos estresan. En cambio, un lugar ordenado y bien iluminado nos ayudará a concentrarnos mejor y a ser más eficientes en nuestras tareas.

Te invito a hacer la prueba despejando tu dormitorio: deja sólo lo esencial, libérate de las distracciones y evalúa los efectos positivos del orden en tu descanso.

7. El orden es contagioso

Así como el desorden llama al desorden, el orden llama al orden. Si cada vez que llegas a tu casa tiras los zapatos, la cartera y la mascarilla en vez de colgarlas, vas a normalizar esa conducta y será imposible mantener la entrada de tu casa despejada, lo que es hasta peligroso porque te puedes tropezar.

El orden es un hábito y como todo hábito se adquiere. Por eso te recomiendo crear hábitos de orden. Cuando llego a mi casa cuelgo la cartera, las llaves y la mascarilla en su gancho, me saco los zapatos y los guardo en el closet. Con esta simple rutina es fácil mantenerel orden.

Además, si tú mantienes el orden, todos lo mantendrán contigo, suena idílico pero es real.

8. Serás más feliz

Que el desorden deje de ser una excusa para no disfrutar tus espacio y tu tiempo. Libérate de las cargas mentales y físicas y mejora tu calidad de vida a través del orden.

Te aconsejo poner límites. Cuando la ropa está seca: yo la doblo y la guardo el mismo día, no la dejo en el tendedero por 3 días martirizándome mentalmente con la frase “tengo que colgar la ropa” o “tengo que ordenar mi closet”.

Tú también puedes dejar de aplazar tu felicidad: haz tus tareas pendientes y después disfruta tu tiempo libre leyendo un libro, viendo una serie o simplemente mirando el techo con una sonrisa en la cara sintiéndote orgullosa de haber logrado tus objetivos. Porque finalmente todos los beneficios del orden nos llevan a mantener nuestra salud mental.

El orden es un hábito que todas podemos aprender y enseñar, sólo debes estar comprometida a hacerlo. Y ahora que conoces algunos de los beneficios del orden, te invito a dejar de procrastinar y poner manos a la obra para tener tu casa ordenada como Marie Kondo.

Comienza con algo pequeño, no te exijas tanto. Empieza por ordenar un cajón: saca todo, selecciona, deja ir y guarda. Puedes usar cajas para contener los objetos, etiquetas para recordar qué va en cada lugar y hasta hacer una lista de lo que tienes y lo que necesitas. No importa el camino y el tiempo que te tomes, lo importante es que te mantengas enfocada en la meta: ¡ordenar de una vez por todas!